Una de las noticias más impactantes del atletismo de 2025 llegó fuera del asfalto. El 23 de octubre de 2025 la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU, por sus siglas en inglés) anunció la suspensión de Ruth Chepngetich, vigente plusmarquista mundial de maratón (2:09:56) y campeona del mundo en 2019. La keniana de 31 años deberá estar alejada de las competiciones hasta 2028 por un positivo en un diurético prohibido.
¿Qué sustancia se encontró y cuándo?
Según la AIU, un control antidopaje realizado el 14 de marzo de 2025 detectó hidroclorotiazida (HCTZ) en la orina de Chepngetich. Este diurético está prohibido todo el año por la Agencia Mundial Antidopaje porque puede servir para enmascarar otras sustancias. La muestra contenía 3.800 ng/mL de HCTZ, 190 veces por encima del umbral de detección.
Inicialmente, Chepngetich no supo explicar el origen de la sustancia. Meses después alegó que había tomado un medicamento de su empleada doméstica sin comprobar si contenía sustancias prohibidas. La AIU consideró que esa explicación demostraba “intención indirecta” y, pese a que este supuesto acarrea cuatro años de sanción, redujo la pena a tres años porque la atleta aceptó la decisión en un plazo de 20 días.
¿Qué pasará con sus marcas?
A diferencia de otros casos de dopaje, la AIU ha determinado que los resultados de Chepngetich anteriores al 14 de marzo de 2025 se mantienen vigentes, incluido su récord mundial de 2:09:56 logrado en el Maratón de Chicago 2024. Su sanción se computa desde el 19 de abril de 2025 y finalizará el 19 de abril de 2028.
El organismo indicó que seguirá investigando el material incautado en el teléfono de la atleta y que nadie está por encima de las reglas. “Nadie está por encima de las normas”, recordó el director de la AIU, Brett Clothier, resaltando la importancia de financiar la lucha contra el dopaje.
Un golpe para el atletismo de ruta
Chepngetich era una de las figuras más mediáticas del maratón: campeona mundial en Doha 2019, doble vencedora en Chicago y autora del récord mundial. Su caída en desgracia nos recuerda la importancia de cuidar lo que consumimos y de entrenar con responsabilidad. En el mundo del running se valora el juego limpio y la superación personal por encima de cualquier atajo.